Los fletes desde Shanghái bajan un 3,5% esta semana

10/11/2023 ACE

Los fletes desde Shanghái (SCFI) reflejan hoy un descenso del 3,5% respecto a la semana anterior y una bajada del 28,6% en comparación con el mismo periodo de 2022. El índice es un 27% más alto que el promedio de 2019 (antes de la pandemia).

** El Índice de Fletes de Carga Contenerizada de Shanghái (Shanghai Containerized Freight Index), SCFI por sus siglas en inglés, es el índice más utilizado para los fletes marítimos de importación china en todo el mundo y nos ayuda a analizar «la salud» del comercio mundial.

 

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Siguen subiendo los fletes en las rutas Asia-Europa

Durante los últimos meses, hemos experimentado un descenso generalizado en los fletes debido a la ralentización de la demanda a nivel global, la cual es consecuencia de la todavía inestable situación geopolítica a nivel mundial. Además, las navieras han aumentado la capacidad de sus flotas, lo que ha llevado a que la oferta supere a la demanda.

Sin embargo, por segunda semana consecutiva y según lo esperado, se ha producido un repunte en los fletes. Según los expertos, a pesar de que la campaña de Navidad está a punto de comenzar o ya ha comenzado, se espera que se mantengan estables hasta el principio del próximo año.

Es difícil predecir lo que va a pasar en 2024, pero los grandes actores del transporte marítimo creen que los fletes se incrementarán el año próximo.

31/07/2023 Diario del Puerto

«Todo apunta a que los fletes podrían retomar su senda alcista a partir del año 2024. Por un lado, la normativa IMO va a impactar en el sector. Además de navegaciones más lentas para ahorrar combustible -lo que aumentará los tiempos de tránsito-, las navieras se verán obligadas a retirar parte de su flota menos eficiente, lo que a su vez reducirá la oferta de carga puesta en el mercado. Asimismo, los buques que no se retiren del mercado deberán acometer importantes trabajos de adaptación de sus motores, algo que con toda probabilidad repercutirá en el nivel de fletes».

28/07/2023 ACE

«Los fletes desde Shanghái (SCFI) reflejan hoy un ascenso del 6,5% respecto a la semana anterior y una bajada del -73,5% en comparación con el mismo periodo de 2022. El índice se encuentra un 80% por debajo del pico alcanzado en enero de 2022, aunque sigue siendo un 27% más alto que el promedio de 2019 (antes de la pandemia)».

** El Índice de Fletes de Carga Contenerizada de Shanghái (Shanghai Containerized Freight Index), SCFI por sus siglas en inglés, es el índice más utilizado para los fletes marítimos de importación china en todo el mundo y nos ayuda a analizar «la salud» del comercio mundial.

La moderación de los costes de transporte anticipa una próxima reducción de la inflación y la progresiva recuperación del consumo

El periodista Vicente Nieves publica en el diario El Economista un interesante artículo en el que plantea la importante relación entre los costes del transporte internacional y la inflación. Resalta en su artículo que de la misma manera que los altos precios de los fletes marítimos que en octubre de 2021 habían aumentado en más del 600% desde sus niveles previos a la pandemia, la impresionante bajada de las tarifas logísticas anticipan una pronta reducción de la inflación, lo que permitiría un relanzamiento de los datos de consumo. De hecho, dado el aumento real en los costes de envío globales durante 2021, los investigadores consideran que el impacto en la inflación en 2022 fue de más de dos puntos porcentuales.

Señala Nieves que el error en los vaticinios sobre la intensidad y la duración de la subida de los precios tuvo que ver con el exceso de atención al coste de las materias primas y los productos energéticos y con la falta de análisis de los cambios de precios en el transporte “cuyo efecto en la inflación es notable y algo más duradero”.

Numerosos analistas consideran que, a pesar de la guerra de Ucrania y de los aumentos de los precios de las materias primas, con el nuevo año comienza un periodo de moderación de los precios y caída de la inflación, un dato que se hará más patente al estudiar la tendencia del IPC subyacente. Este nuevo escenario permite a las empresas que operan en el mercado internacional conseguir una importante reducción de costes y planificar el periodo de crecimiento del consumo asegurando el abastecimiento para cubrir la demanda de los mercados con un coste de oportunidad óptimo.

Así lo anticipa el presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, Antonio Bonet, quien ha afirmado en un artículo de opinión publicado en la edición digital de Expansión que “salvo que haya importantes cambios en el entorno geopolítico y económico mundial, nuestro sector exterior tendrá un comportamiento similar al que ha tenido el año pasado. Esperamos un volumen de exportación de bienes elevado, que seguirá creciendo en valor, aunque quizás no en volumen; y un déficit comercial que puede volver a batir récords, pero también un superávit de la balanza de pagos por cuenta corriente”. Y ha añadido: “somos optimistas con los resultados que alcance el sector exterior durante el 2023. No podemos olvidar que nuestras empresas internacionalizadas han demostrado, tanto después de la pandemia como en otras crisis anteriores, que tienen la vocación y la capacidad de aumentar su presencia en los mercados internacionales”.

El precio de los fletes en mínimos

La secretaria general de Asociación de Cargadores de España (ACE), Nuria Lacaci, ha comentado recientemente que los precios de los fletes están en mínimos y difícilmente bajarán más, puesto que están condicionados por la inflación, los costes de las materias primas, de los componentes, de los combustibles, así como la amortización de las inversiones en los nuevos buques (con más capacidad y más sostenibles) que en breve entrarán en servicio. Ha añadido que “el beneficio para las navieras ya es igual que el de prepandemia”. En unas declaraciones publicadas en la web de dicha organización asegura que ni la ruptura de la alianza entre Maersk y MSC, tendrá un impacto relevante en los precios, aunque en los próximos meses este escenario de estrategias y ofertas diferenciadas va a ofrecer oportunidades y ofertas para las empresas que actúan en el comercio internacional.

¿Qué va a ocurrir con el precio de los fletes de comercio internacional en los próximos meses?

Durante los últimos cuatro años hemos vivido una de las etapas más convulsas para el comercio y la logística internacional por diversos de factores: las consecuencias de la pandemia de la COVID-19, con particular incidencia en China (donde de nuevo se ha producido el cierre de puertos como el de Shanghai, el más activo del mundo); el incidente del Ever Given en Suez; los grandes desastres naturales de 2021 o el endurecimiento de las normas medioambientales en diversos países; y, por último, el actual conflicto armado en Ucrania por la invasión de Rusia. Todas estas cuestiones han generado continuas complicaciones que han incidido de forma muy negativa en las operaciones comerciales a escala global.

Este escenario se ha traducido en una preocupación constante en todos los eslabones de la cadena logística internacional por la espectacular subida de los precios de flete por parte de las navieras. El incremento de los precios ha permitido a las compañías de transporte marítimo cerrar uno de los mejores ejercicios de su historia en cuanto a beneficios. En este marco, ¿qué va a ocurrir con el precio de los fletes en el futuro inmediato?

Aunque en las últimas semanas se ha registrado un “moderado descenso” en los precios, según el World Container Index (indicador y referente mundial publicado por Drewry), la evolución de las tarifas es todavía una incógnita. Los expertos se ciñen a indicadores como una eventual estabilización de la demanda en 2022 y la puesta en servicio de una capacidad adicional de 350.000 TEUs (Twenty-foot Equivalent Unit, unidad de medida de carga de un contenedor) que permitirán una progresiva normalización del precio de los fletes. También es reseñable la disminución en fiabilidad de los schedules en puerto. El cumplimiento de la programación de descarga ha caído notablemente en los últimos 24 meses, según datos de Sea-Intelligence.

Estos datos nos hacen prever que: los fletes no volverán a los niveles prepandemia, lo que supone un cambio en el status quo de la cadena logística; los agentes reguladores, como Administraciones nacionales y organismos específicos, se están preparando para tomar la iniciativa frente posibles prácticas anticompetitivas por parte de las grandes navieras; y, por último, el papel de los agentes Transitarios será más relevante para una buena gestión del comercio internacional y debe centrarse en la atención personalizada al cliente, sobre todo, transformarse en “administradores de la transparencia” de todo el proceso.

¿Qué está pasando con el comercio marítimo?

El comercio marítimo internacional atraviesa uno de los contextos más extremos que se recuerdan desde la crisis de 2008. La pandemia de la COVID-19 ha provocado una situación de máxima necesidad para las empresas, que ven cómo la única salida que pueden dar a sus mercancías pasa por pagar precios desorbitados en comparación a los importes a los que hacían frente antes de la crisis sanitaria. Pero, ¿qué ha ocurrido para que, mientras otros sectores se recuperan, el transporte marítimo se enfrente a una de sus mayores inestabilidades históricas?

Existen varios factores que provocan estos nuevos máximos en las tarifas de fletes estos últimos meses. En lo que respecta a la exportación, los cierres de puertos por los brotes de COVID-19, principalmente en China y Vietnam, provocan largas colas que congestionan los puertos de todo el mundo, dificultando el transporte mediante las rutas comerciales habituales. Por la parte de la importación, los grandes problemas de capacidad a los que se enfrentan puertos, conexiones interiores, depósitos temporales de contenedores y destinos finales. Además, actualmente muchas fábricas chinas están sufriendo apagones o restricciones durante semanas como medida para contener el consumo energético durante los últimos meses amenazando el crecimiento de la segunda economía mundial y afectando a la cadena global de abastecimiento.

Sin embargo, el principal factor a tener en cuenta para comprender la subida de las tarifas de fletes reside en las propias líneas navieras, que, tras años de recortar costes para resultar competitivos en el mercado, ahora se encuentran una posición privilegiada para maximizar sus beneficios en la negociación con los expedidores, fijando tarifas mucho más altas.

Por su parte, los grandes proveedores de navíos, que tras la desaparición de los operadores más pequeños del mercado en la crisis de 2008 lograron hacerse con el mercado gracias a sus fletes de buques más grandes y con mayor carga, también hacen su agosto con espectaculares subidas de precio. Una situación que ha llevado a una paradójica deceleración del aumento de fletes provocado no por la caída de la demanda, sino por la falta de capacidad disponible.

Los expertos hablan ya de una “tormenta perfecta” para el comercio marítimo internacional, y la situación, según su criterio, es muy probable que empeore antes de mejorar. La política de tolerancia cero de China para la total eliminación de la COVID-19 mantiene el suspense respecto al cierre de puertos o la interrupción de conexiones con el interior de país, lo que retrasaría un eventual regreso al statu quo habitual dentro del transporte marítimo de mercancías.