Las organizaciones internacionales relacionados con el comercio mundial se han creado por los Estados mediante acuerdos y tratados para dotarlos de la máxima independencia. El objetivo de estas instituciones es gestionar la cooperación para un desarrollo ordenado de la globalización.
Se trata de entidades con capacidad para regular, desarrollar procedimientos, y clasificaciones, resolver las diferencias y ofrecer soluciones a gran escala a los productores de bienes y servicios, a los importadores y exportadores, para que puedan llevar a cabo sus actividades en un entorno de seguridad jurídica.
En el tablero del comercio y la logística internacional interviene una gran variedad de jugadores: gobiernos, empresas importadoras y exportadoras, navieras, consignatarios de buques, agentes transitarios, transportistas… Como es lógico, todos ellos poseen sus propios objetivos e intereses, que en ocasiones pueden producir fricciones a nivel internacional, nacional y local.
Estas fricciones son la razón de ser de las instituciones orientadas a la regulación del comercio y la logística internacional. Creadas en muchos casos como instituciones gubernamentales mediante tratados, estos órganos, poseedores de una voluntad de acción y opinión propia e independiente, gestionan la cooperación entre Estados, empresas y agentes para permitir un flujo comercial continuo y beneficioso para todas las partes. Poniendo como ejemplo a la OMC, este organismo es el encargado de resolver conflictos comerciales internacionales, en los que uno o más de sus miembros consideran que un país está infringiendo o faltando a sus obligaciones con alguno de los acuerdos comunes que les entrelazan, creando la necesidad de un arbitraje comercial internacional (o, en caso de no existir una voluntad de arreglo entre ambas partes, un litigio comercial internacional).
Así, su papel, mucho más relevante desde la mitad del siglo XX para solventar las réplicas del terremoto que supuso la Segunda Guerra Mundial, está marcado por la necesidad de crear soluciones a distinta escala ante problemas como el desabastecimiento o las pugnas de poder entre Administraciones. De hecho, el panorama comercial actual es buena muestra de la necesidad de estos entes, con las repercusiones de la pandemia mundial de la COVID-19 todavía resonando en todas las relaciones de exportación e importación.
La variedad de entidades internacionales, su especialización y la complejidad de su funcionamiento hacen necesaria la participación de una consultora especializada como Illice Universal Logistics, con una dilatada experiencia en las relaciones con estas instituciones, para asesorar con garantías en la toma de decisiones y garantizar el éxito en la gestión y en la defensa de los intereses de la empresa.
Marisa Moreno, Managing Director de Illice Universal Logistics