El bloqueo comercial que imponía Argelia a España desde mediados de 2022 se ha levantado por completo. Aunque el anuncio no reviste todavía de oficialidad, una circular del Banco Central de Argelia a sus entidades ha revelado el fin de la prohibición en la domiciliación bancaria para las operaciones de comercio exterior con España, el elemento que impedía estas operaciones entre las empresas de ambos países. La nota, a la que ha podido acceder esta publicación, señala que estas domiciliaciones deben ahora “tramitarse de acuerdo con la normativa cambiaria vigente”, lo que acaba con la excepcionalidad y reabre, de facto, el comercio bilateral. Ello sucede a una tibia reapertura, tampoco oficializada, en enero de este año, pero la falta de normalidad en el plano diplomático mantenía la incertidumbre en los flujos de intercambio. La crisis de hace dos años se abrió a raíz de un posicionamiento español favorable a Marruecos en el conflicto del Sahara Occidental.
La factura en la cartera comercial ha sido palpable tanto en import como en export, aunque la mercancía de más peso en la relación, el gas natural argelino, se ha mantenido al margen del conflicto. El valor de las exportaciones españolas, según datos de la secretaría de Estado de Comercio, cayó considerablemente a partir de 2022, entre los 1.017 millones de euros con que cerró aquel ejercicio y los 331,82 millones de euros que generaron en todo 2023. En enero, con el marco de fondo de ciertos contactos diplomáticos -como el regreso del embajador argelino a Madrid- se abrió el flujo de exportaciones para el sector aviar español, un movimiento que fuentes del mercado han ligado a la celebración de la fiesta del Ramadán en el país norteafricano. La prensa argelina ya anticipó en ese momento una reapertura paulatina de otros sectores, aunque el cómputo exportador de 2024 todavía queda lejos del de 2022.
Los mismos datos del ministerio de Economía, Comercio y Empresa confirman que la reapertura sí se ha ido trasladando a otros sectores más allá del agroalimentario. Con datos hasta agosto, los productos que se agrupan bajo el epígrafe “bienes de equipo”, y que incluyen vehículos comerciales y material de telecomunicaciones, son los que más valor han contribuido al export español a Argelia (217 millones de euros). También el sector automóvil ha movido mercancías, por valor de 86 millones de euros.
Con todo, una de las cuestiones clave una vez se oficialice la reapertura radica en la posibilidad de recuperar los flujos por completo. “Es previsible que aumenten sustancialmente, pero se va a tardar a volver a los niveles de 2021 (año anterior a la crisis)”, ha manifestado el presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, Antonio Bonet. La razón estaría en que “habrá clientes argelinos que se hayan buscado fuentes alternativas de suministro”. El grueso del export español ese año fueron las semimanufacturas, especialmente los productos químicos. Este grupo de mercancías sumó entonces 856 millones de euros, mientras que en 2024 solo han dado cuenta de 16,57 millones de euros.
Entre las reacciones a la reapertura se encuentra la de los fabricantes de fritas y esmaltes, con mucha presencia en Castellón y que tienen en Argelia su segundo principal mercado de exportación. El secretario general de ANFFECC (asociación que los agrupa), ha reconocido que “parece que se podrá volver a exportar a este país”, algo que daría “cierto alivio al sector”, pero ha advertido que “hay que ser cautos y esperar la confirmación oficial, pues en otras ocasiones ha habido noticias que parecían esperanzadoras”. Este sector cuenta en 270 millones de euros las pérdidas desde el inicio del bloqueo. Como los demás exportadores, también se emplaza a recuperar el terreno perdido en el país del sur del Mediterráneo: “Confiamos en recuperarlo dada la alta calidad de nuestros productos, pues la industria española de fritas y esmaltes es líder mundial”, han apuntado fuentes de ANFFECC, pero a la par han reconocido que “habrá que volver a posicionase y recuperar nuestra cuota de mercado en el país, que se ha visto muy resentida por el bloqueo. Confiamos en la innovación y elevada calidad de nuestros productos”.
AL RITMO DEL CONTEXTO GEOPOLÍTICO
La política comercial de Argelia con España parece dictarse por movimientos más amplios en el tablero político magrebí. Aunque el bloqueo se produjo por el desencuentro directo con España, el deshielo de enero coincidió en el tiempo con un movimiento comercial contra la vecina Marruecos, con la que el país mantiene un pulso histórico y largamente conocido. El Gobierno que preside Abdelmadjid Tebboune restringió los tráficos de entrada que hubieran circulado por Marruecos, una acción claramente dirigida al abundante transbordo que canaliza el puerto de Tanger Med. Ello también produjo el traslado de hubs de transbordo de grandes navieras a España para surtir a los puertos argelinos.
Esta vez, el giro con España coincide con un enfrentamiento con Francia, que en julio daba apoyo explícito a Marruecos en el conflicto comercial. La reacción argelina ha sido idéntica a la que tomó con España hace dos años, y ha llegado tan sólo un día antes de que su banco central distribuyera la circular que levantaba el bloqueo con el comercio español. Este tipo de actuaciones han motivado también que Argelia esté en el punto de mira de la Unión Europea desde el pasado mes de junio: La Comisión que dirige Ursula von der Leyen ha activado un proceso para resolver sus diferencias comerciales con Argelia -las de sus países miembros- que puede desembocar en la suspensión del Acuerdo de Asociación que rige sus relaciones si no se llega a un acuerdo amigable a tiempo.
Noticia reproducida de: www.elmercantil.com