Amenazas y oportunidades para el comercio internacional en un 2023 marcado por la incertidumbre geopolítica y económica

El impacto de la invasión de Ucrania y las penalizaciones internacionales a Rusia van a seguir condicionando el comercio internacional en 2023. El último informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC) avisa de una ralentización de las cifras de transacciones internacionales. Sus analistas prevén que el crecimiento de éstas pase del 3,4% previsto a solo el 1%, después de que el presente ejercicio se cierre con un avance del 3% (medio punto porcentual por debajo de los pronósticos iniciales).

Muchas instituciones internacionales publican pronósticos poco halagüeños para el Año Nuevo. La explicación no es única, pero todas tienen que ver, en mayor o medida, con el conflicto armado y su prolongación en el tiempo: los altos precios de la energía, que disparan la inflación, reducen la capacidad de compra de los hogares y aumenta los costes de fabricación y logísticos; la política de subida de tipos de interés, que limita la inversión en instalaciones productivas, pero también en bienes como la vivienda; las duras medidas que impone el gobierno de China para controlar la COVID-19 y las dificultades para mantener su actividad económica y su potencial exportador; los efectos de la congestión y los bloqueos de grandes puertos que han afectado a sectores como los del automóvil, la sanidad y la electrónica; la subida de los precios de productos clave como metales, componentes, alimentos y fertilizantes; el impacto de fenómenos climatológicos extremos en distintos puntos de la rutas comerciales del planeta; y una tendencia creciente que es la desviación del gasto privado del consumo a los servicios.

Este panorama global sombrío para el comercio mundial tiene algunas claras excepciones como Oriente Medio, donde se concentran algunos de los mayores productores de petróleo del planeta, que registrará el mayor crecimiento del volumen comercial, tanto en el lado de las exportaciones (14,6%), como en el de las importaciones (11,1%). La OMC señala que también aumentarán las transacciones internacionales en África, América del Norte, Asia, Europa (de forma más prudente) y América del Sur.

 

Evolución favorable de los fletes

El transporte marítimo internacional representa alrededor del 90% del comercio mundial de mercancías y, por tanto, se trata de un termómetro de la evolución presente y a corto plazo de las transacciones globales. Un informe reciente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) confirma que en 2022 el crecimiento del comercio marítimo se ha moderado al 1,4%. Añade que en el período de 2023-2027 aumentará a razón de un 2,1% anual, lo que representa un ritmo menor que el promedio del 3,3% de los tres decenios anteriores. El crecimiento del presente ejercicio se ha basado en los envíos contenerizados que aumentaron un tibio 1,2%, con posibilidades de acercarse al 2,0% en 2023.

De forma paralela a la reducción de la actividad se ha constatado que desde que arrancó 2022 se ha producido una reducción progresiva del coste de los fletes por la minimización de los cuellos de botella en los puertos y el aumento de su capacidad. Con el marco actual es muy probable que esta tendencia se mantenga en el ejercicio próximo debido: al incremento de los costes de la industria portuaria, a la debilidad de la demanda por la incertidumbre y la subida de los precios, junto al exceso de oferta existente, fundamentalmente en Asia. Un dato adelantado es el índice Drewry World Container, uno de los influyentes en el comercio por mar, que recientemente ha caído un 78% desde sus máximos de mediados de enero cuando cotizaba a 5.094 dólares y ahora lo hace a 2.127 (referido a los costes de flete de un contenedor de 40 pies -12 metros-).

 

Un territorio volcado al exterior

La Comunidad Valenciana se consolida como la cuarta región de España por su volumen de actividad comercial internacional, solo superada por Cataluña, Madrid y Andalucía, con volúmenes de exportación que superan el 10% nacional.  Las empresas de la Comunitat vendieron al exterior en los diez primeros meses del año 32.871,7 millones de euros en productos (un 24,6% más que el ejercicio anterior), mientras se compraron por valor de 33.170,6 millones, lo que arrojó un déficit comercial de 298,9 millones. Mientras que la tasa de cobertura se situó en el 99,1%, es decir, 10,7 puntos porcentuales menos que en el mismo periodo de 2021. según datos hechos públicos por la Dirección Territorial de Comercio de la Comunidad Valenciana dependiente de la Secretaría de Estado de Comercio.

En el periodo enero-octubre, las exportaciones crecen en las tres provincias: En Valencia, el valor exportado alcanza los 17.868,6 millones de euros, lo que representa un incremento del 25,8 % y un saldo de -2.791,8 millones de euros; Castellón registra un valor de 9.116,4 millones de euros, con un destacado ascenso del 28,4 % y un saldo de 1.569,0 millones de euros y Alicante exporta productos por valor de 5.886,6 millones de euros, con un incremento del 16,1 % con respecto al mismo periodo del año 2021 y un saldo de 923,9 millones de euros.

 

Oportunidades en un mundo incierto

El año 2023 se presenta lleno de incertidumbres y dificultades para el comercio internacional, pero este escenario en principio desfavorable puede ofrecer oportunidades para empresas que busquen su espacio en el mercado global.

Aunque es pronto para predecir una reducción generalizada de las cadenas de valor mundiales, hay algunos factores que ofrecerán nuevas posibilidades: centrar la atención en los mercados cercanos a nuestro país y en aquellos en los que hay más posibilidades de crecimiento; la posibilidad de aprovechar la bajada de los costes de transporte marítimo; sumarse al objetivo europeo de fortalecer la cadena de suministro regional; la búsqueda de proyectos logísticos que disminuyan la huella de carbono; y la apuesta por la reducción de costes impulsada por las inversiones digitales.

En este marco de valor la Comunitat Valenciana tiene una magnífica posición puesto que, por destinos, las exportaciones regionales dirigidas a la UE en el periodo enero – octubre de 2022, siguen llevando el peso total con un 56,5 y un crecimiento del 22,5%. Destacan los repuntes hacia Reino Unido (+36,3%), Turquía (+35%), Italia (+29%), Portugal (+28,1%),  Francia (+19,8%) y Alemania +(+9,5%). Mientras que las exportaciones hacia terceros destinos ascendieron un 27,6% interanual y suponen el 43,5% del total. En este sentido sobresalieron Oceanía (+54,9%), América Latina (+34,3%), América del Norte (+33,1%), Oriente Medio (+30%), África (+15,8%) y Asia, excluido  Oriente Medio (+13,2%)

 

Mejorar la competitividad de las empresas exportadoras

En esta línea, para asegurar las oportunidades y la competitividad de los productos españoles en los mercados mundiales el presidente del Club de Exportadores e Inversores Españoles, Antonio Bonet, ha incidido en la importancia que supone la moderación de los costes regulatorios y fiscales para que las empresas continúen invirtiendo en producir mejores bienes y servicios y destinarlos a los mercados exteriores.

Por todas estas circunstancias, el presidente del Club de Exportadores pide a las autoridades que sigan prestando su apoyo al sector exterior con iniciativas tales como las que ha puesto en marcha recientemente, como la digitalización de pymes, e instrumentos que contribuyan a superar los problemas actuales y favorezcan la homologación con nuestros competidores de la UE.

Otros factores determinantes para fomentar la competitividad del sector exterior español serán: la digitalización; el incremento del número de empresas exportadoras; la diversificación de los mercados de destino; el incremento del valor añadido de nuestras exportaciones, sustentado por la innovación, el refuerzo de la imagen de marca, la sostenibilidad, la colaboración público-privada y la integración en las cadenas globales de valor. Algunos ejemplos prácticos de iniciativas que han tenido buenos resultados son la línea de financiación no reembolsable para la realización de estudios de viabilidad y consultoría, dotada con 50 millones de euros, y el programa ICEX-Vives, que promueve becas para 2.000 jóvenes en empresas españolas internacionalizadas.